martes, 19 de mayo de 2015

HISTORIA

La fuerza hacia abajo tiene que estar bien distribuida entre la parte delantera y la parte trasera del coche. Si el carro tuviera una carga más grande en la parte de enfrente que en la parte de atrás, no será estable. Cuando la parte trasera tiene una carga más grande, el auto se estabiliza.
El balance no deja de ser importante, porque si el auto es demasiado estable, resulta difícil dar vuelta.
Las llantas también crean resistencia aerodinámica en los autos que tienen las ruedas descubiertas; esto se debe a la separación del flujo de aire detrás de los neumáticos.
Se han utilizado varios artificios para tratar de disminuir esta resistencia. Generalmente se utiliza una simple placa para desviar el aire alrededor de la llanta, reduciendo así la separación del flujo.

PRIMEROS CARROS EN GRECIA

En los Juegos Olímpicos Antiguos, al igual que en los Juegos Panhelénicos, había carreras tanto con carros de cuatro caballos (tethrippon) como con carros de dos caballos (synoris). Las carreras de carros se incorporaron por primera vez a los Juegos Olímpicos en el 680 d. C. aunque, al contrario de lo que dice la leyenda, no fue el evento que los fundó. Las carreras comenzaban con una procesión en el hipódromo, durante la cual un heraldo recitaba los nombres de los aurigas y de sus dueños.

PRIMERAS CARRERAS


Se desconoce cuándo comenzaron exactamente estas carreras, pero podrían ser tan antiguas como los propios carros. Se sabe que estas carreras existieron en el mundo micénico, ya que se han encontrado evidencias artísticas de este deporte en la cerámica de dicha civilización. Sin embargo, la primera referencia literaria a las carreras de carros es la descrita por Homero en el libro de la Ilíada, en los juegos fúnebres de Patroclo. Los participantes de esta carrera fueron DiomedesEumeloAntílocoMenelao y Merión.

CARRERAS

Las carreras de carros eran uno de los deportes más populares de la antigua Grecia y Roma. Solían ser peligrosas tanto para los aurigas como para los propios caballos, quienes con frecuencia sufrían serias lesiones, llegando incluso a fallecer. Este deporte generaba un fuerte entusiasmo en los espectadores comparable al actual interés por el automovilismo. Algunos de los aspectos de la organización de las carreras de carros se equiparaban a las actuales prácticas en deportes profesionales.